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jueves, 23 de abril de 2009

Las dos caras de la moneda.

El título de este post alude a dos noticias que nos hacen plantearnos qué nos está pasando cuando tanta gente tiene tantos problemas de relación con la comida. Una de las noticias se refiere a una ida de olla de Ryanair (compañía de vuelos de bajo coste) que no tiene otra finalidad que hacerse propaganda gratuita gracias a la gente con obesidad severa. La segunda, es la deriva de una actriz hacia la anorexia después de un desengaño amoroso. Un par de noticias para rumiar...

http://www.heraldo.es/index.php/mod.noticias/mem.detalle/idnoticia.45758

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/04/23/gentes/1240471065.html

Que paséis un buen viernes... No sé si me dará tiempo de escribir alguna entrada más antes del domingo, pero si no, estaré una semana y pico ausente por viaje de trabajo, así que ya sabéis, portaros mejor que yo... que es muy fácil, ¿eh? :)

lunes, 20 de abril de 2009

Dejándome tentar (capítulo 1000: los crespillos)


Dicen que Jesús de Nazaret se retiró al desierto para meditar durante 40 días, al cabo de los cuales fue tentado por Satanás, que le ofreció todo lo que solemos desear los seres humanos, especialmente cuando hemos sido privados de ello: comida, orgullo y poder. En mi caso, mal habría ido el asunto, porque no es que yo ceda a la tentación tras 40 días, es que yo cedo a la tentación cada 40 horas. Cada 40 minutos, en los peores días. Y no hace falta que venga el diablo a dar por saco: son los carbohidratos los que vienen a mi encuentro de las formas más variopintas e inesperadas.

Hoy mismo, que llevaba todo el día portándome francamente bien, la tentación ha venido en forma de crespillos. Los crespillos son un postre que se toma en la comarca altoaragonesa del Somontano de Barbastro, para la festividad de la Encarnación (25 de marzo), fecha en la que se supone que la Virgen quedó preñada, para dar a luz 9 meses después, en diciembre, cuando se recoge la oliva. Según la tradición popular de la zona, si la Virgen y las oliberas (como se les llama por aquí a los olivos) obtienen su fruto por las mismas fechas, es de esperar que se queden preñadas al mismo tiempo, es decir, nueve meses antes, para la Encarnación. Así que consumir crespillos se consideraba una especie de rito para que las oliberas se preñasen abundantemente y hubiese una buena cosecha después.

Hablando hace semanas con una amiga de Barbastro, le comenté que nunca había probado los dichosos crespillos, y ahí quedó la cosa. ¿Quién iba a esperar que hoy, casi un mes después de la Encarnación, apareciese, la pobre, con un enorme plato de crespillos recién hechos? Los crespillos son hojas de borraja (una humilde verdura típica de Aragón y otras zonas del valle del Ebro) rebozadas en una pasta de harina, huevos, azúcar, leche, granos de anís, etc., que se fríe en aceite de oliva y se espolvorea de azúcar (tenéis recetas en internet, pero no os pongo los enlaces para no tentaros más de lo necesario).

Así que ahí estaba yo, frente al plato de crespillos, y junto a mi amiga, expectante a ver qué tal me parecían sus crespillos. ¿Quién se va a resistir, y más en pleno periodo de "viva la vida, abajo la dieta"? Ni que decir tiene que estaban riquíiiiisimos...

Para otro día queda pendiente que os hable un poco más por extenso de la versión inofensiva de este postre: la borraja. Pero eso será otro rato.

martes, 14 de abril de 2009

Vuelta a la normalidad, vuelta a la bici.


Después de unos días de vacaciones, volvemos a la normalidad, al día a día. Así que para celebrarlo, me he ido con mi bici y mi cámara de fotos a dar una vuelta, ¡casi hora y media de pedaleo! Bueno, a esa hora y media habría que descontar los ratos que me paro a hacer las fotos, que no son tan pocos. Entre las fotos que he cogido hoy, me ha hecho especial ilusión la que encabeza esta entrada: dos ababoles (o amapolas), dos promesas de que el tiempo tan malo que ha hecho en Semana Santa tiene que estar a punto de acabar.

"Mi" rincón está ya completamente vestido de verde, como se puede apreciar en la foto:


La excursión de hoy ha sido algo más arriesgada de lo habitual, habida cuenta de que he sido testigo de cómo se formaba una tormenta, y cómo su trayecto y el mío han estado a punto de encontrarse. Estas pintas tenía la dichosa tormenta, que al final ha tenido a bien desviarse hacia otro punto... ¡por poco!


Pues nada, espero que os haya gustado esta pequeña excursión fotográfica. Esta mañana la báscula me ha sorprendido no mostrando apenas ningún aumento de peso, así que en agradecimiento hoy he pedaleado con más ganas... Hace semanas que no pierdo nada, pero al menos, tampoco engordo. Y eso no está nada mal.

miércoles, 8 de abril de 2009

Adelgazar... ¿sin matarse?


Después de unos cuantos días alejado del blog (es lo que tiene estar de vacaciones, que uno para poco por casa...), vuelvo con un nuevo libro sobre dietas: Adelgazar sin matarse. Su autor, el doctor Jaime Brugos, con la misma humildad que caracteriza a muchos otros autores de libros sobre dietas, afirma sin rubor que su dieta (a la que llama isoproteica) es "el sistema nutricional más avanzado que existe", destacando que es "perfecto para combatir todos los desórdenes nutricionales, incluida la anorexia y la megarexia. También es la forma más fácil y completa de nutrición para las personas que, estando sanas y sin problemas de peso, desean estar lo más sanas posibles" (p. 42). O sea, es la hostia, en pocas palabras.

Pero el autor del libro, además de humilde, es un verdadero filántropo, y no contentándose con buscar la redención de los que andamos excedidos de peso, el doctor Brugos se impone aún más altas miras: "Mi objetivo de batir el récord de longevidad es sólo el principio de una revolución nutricional orientada a aumentar la longevidad y la calidad de vida. Como no se trata de una tarea fácil (puede incluso convertirse en la obra más importante de la humanidad), he decidido dedicarle el resto de mis días, reuniendo para ello a un importante grupo de técnicos colaboradores, al que espero se vayan incorporando miles de expertos de todo el mundo que tengan inquietudes similares" (p. 23). Desde luego, ¡hay gente que no necesita abuela! Está guay eso de ponerse a escribir un libro sobre nutrición y acabar salvando a la Humanidad y obteniendo adhesiones en masa de la comunidad científica...

Independientemente de que haya aspectos de la teoría expuesta por Brugos que me parezcan más o menos interesantes, hay alguna idea que me parece demasiado subversiva, por ejemplo en torno a las frutas y las verduras, de las cuales dice que "son alimentos extremadamente pobres en proteínas, por lo que no se pueden considerar alimentos completos ni sirven para regenerar nuestro organismo" (p. 74). Así que no tiene problema en realizar la siguiente afirmación: "¡Llevo más de 24 años sin tomar frutas ni zumos de frutas y estoy a disposición de todo aquel que quiera comprobar mi estado físico interno y externo a mis 65 años de edad! Si creyera que tomar fruta tiene alguna ventaja para mí, no tenga el lector la más mínima duda de que lo haría" (p. 74). No sé yo si habría muchos médicos dispuestos a firmar algo así... desde luego, Atkins no lo haría (Atkins subraya la necesidad de comer verduras y también algunas frutas, ricas en antioxidantes y bajas en carbohidratos).

Hay otros aspectos del libro que sí me parecen muy convincentes: lodo lo que se dice sobre el azúcar (al que llama, con razón, "el dulce asesino"), sobre las dietas altas en carbohidratos, sobre lo importante que es la proteína, sobre lo que se ha satanizado a las grasas... es muy interesante. Pero en algunos momentos he tenido la sensación de que me encontraba ante una especie de nuevo mesías de la nutrición, y ese rollo no me mola nada, por mucho que estemos en vísperas de Semana Santa...

Así que solo me queda desearos una Feliz Pascua de Resurrección...