Ayer, en el programa de radio "El Larguero", de la SER, entrevistaron a Antonio de la Torre, uno de los protagonistas de la película Gordos. Por exigencias del guión, el actor tuvo que engordar 35 kilos y luego adelgazarlos en unos pocos meses, aunque contó con el asesoramiento de un médico, el doctor Escribano, que le ayudó a engordar minimizando (en la medida de lo posible) los riesgos de salud que el proceso conllevaba. Me pareció absolutamente revelador lo que siente un "delgado" al convertirse de repente en un "gordo". Y me llamó la atención que alguien que jamás ha tenido ningún problema de relación con la comida, de repente, con 35 kilos de más, experimentase momentos de ansiedad que le impulsaban a levantarse por la noche a comer. Lo que viene a confirmar, de algún modo, la sospecha de que son algunos alimentos los que llevan a conductas de ingesta compulsiva (probablemente por alteraciones en el nivel de insulina en sangre, fruto de una alimentación abundante en harinas blancas refinadas y azúcares).
Os recomiendo escuchar la entrevista completa, porque hay reflexiones sobre la obesidad que son para pararse a pensar un momento... A ver si os fijáis en cuál es el primer alimento que el actor recuerda haber comido en el momento mismo que decidió empezar a engordar.
Por cierto, que ya he batido (por poco, es verdad) mi récord de peso (por abajo, claro) desde que abrí el blog. Ayer pesaba 86.8 y esta mañana... ¡¡86.4!! 200 gr. menos del peso más bajo que había tenido desde que empecé a escribir este blog. ¡Ole, ole y ole!
Os recomiendo escuchar la entrevista completa, porque hay reflexiones sobre la obesidad que son para pararse a pensar un momento... A ver si os fijáis en cuál es el primer alimento que el actor recuerda haber comido en el momento mismo que decidió empezar a engordar.
Por cierto, que ya he batido (por poco, es verdad) mi récord de peso (por abajo, claro) desde que abrí el blog. Ayer pesaba 86.8 y esta mañana... ¡¡86.4!! 200 gr. menos del peso más bajo que había tenido desde que empecé a escribir este blog. ¡Ole, ole y ole!