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miércoles, 21 de enero de 2009

Comer, adelgazar y no volver a calumniar.


Michel Montignac es, sin duda, uno de los gurús más importantes del panorama de dietas de los últimos años. En uno de sus libros más conocidos, Comer, adelgazar y no volver a engordar, Montignac expone unos planteamientos que me parecen sumamente interesantes, y similares a la fase de mantenimiento de Atkins. En primer lugar, es uno de los autores que señalan el fracaso de las dietas basadas en el cómputo de calorías. Como novedad, Montignac subraya la importancia del índice glucémico de los alimentos (es decir, la velocidad con la que su glucosa es asimilada). Cuanto más rápida sea la asimilación de la glucosa, más alto será su índice glucémico, y a mayor índice glucémico, más engorda un alimento. Dicho esto grosso modo.

En el anexo I del libro antes citado, Montignac se pregunta: "¿Se inspira el Método Montignac en el Régimen Atkins?". He aquí su propia respuesta:

El Régimen Atkins hizo furor durante los años sesenta y setenta (...). Ya se suponía entonces que la insulina era el catalizador del aumento de peso. Pero como pensaba que todos los glúcidos inducían a la misma glucemia, el doctor Atkins aconsejaba en su régimen excluirlos de forma definitiva de nuestra alimentación. (...) Aquel régimen de exclusión conducía a los que lo seguían a consumir grasas en exceso al no existir ninguna restricción al respecto. Además, en aquel entonces, todavía no se sabía diferenciar entre grasas buenas y malas. Por lo tanto, se produjeron accidentes cardiovasculares entre algunas personas que siguieron el Régimen Atkins, que se ganó así el calificativo de "pasaporte al infarto".

La verdad es que, a juzgar por este comentario, Montignac (como muuuuchos otros) conoce Atkins de oídas, poco y mal. Vamos, que no se debió de molestar el buen hombre ni en echarle un vistazo a su libro. El último comentario ya es de juzgado de guardia, por injusto, imprudente y acientífico. Pero como decía mi abuela, "si escupes al cielo, te caerá en el ojo", y claro, a Montignac le cayó en el ojo su propio escupitajo. Esto es lo que cuenta respondiendo a la cuestión ¿Existe algún riesgo cardiovascular en el método Montignac?

"Jóvenes médicos holandeses del hospital de Eindhoven (...) hicieron circular el rumor según el cual los pacientes que habían seguido el Método Montignac fueron víctimas de infartos (ligeros). Esta gravísima información (que evidentemente jamás se verificó ni confirmó) fue divulgada por periodistas poco escrupulosos y siempre en busca de sensacionalismo, dando a entender que incluso se produjeron fallecimientos. Unas semanas más tarde, el rumor había atravesado las fronteras, y un importante periódico de Barcelona daba a entender claramente que varias personas habían muerto de infarto en Holanda después de haber seguido (según algunos rumores) el Método Montignac, y que el Ministerio de Salud holandés (según otros rumores) había prohibido su práctica".

Vaya, vaya...

"Aunque las informaciones de este tipo pertenezcan al ámbito de la mentira y la calumnia, son suficientes para desestabilizar a algunas personas que confiaban en nosotros, y para desanimar a los demás. Como decía Beaumarchais en El barbero de Sevilla: "¡Calumnia, calumnia, que algo queda!".

¡Vaya, vaya! ¡Qué mal encaja Montignac lo mismo que él está haciendo con Atkins!

Yo, como Atkins, creo que las grasas naturales (las de origen animal y vegetal) son peligrosas solo cuando están integradas en una alimentación con muchos hidratos de carbono procesados de absorción rápida (azúcar, harinas blancas refinadas, arroz blanco, patatas fritas...). Pero en el marco de una alimentación en el que el aporte de hidratos de carbono esté limitado (tanto en calidad como en cantidad), las grasas naturales no son un factor de riesgo cardiovascular. Otra cosa muy distinta son las grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, que son muy perjudiciales en cualquier caso. Y vale ya de chapa...

4 comentarios:

PRIMAVERITIS dijo...

Montignac me parece la versión dura de Atkins, tienes las mismas restricciones (vale, comes más carbohidratos pero no cuando quieres, sino cuando te dejan) pero o pasas tanta hambre como con una dieta clásica, o no adelgazas.
solo es buena idea para los que pierden super facilmente, o para los que quieren consolarse diciendo que hacen dieta pero sin querer privarse de nada.
por cierto, como todas, esta dieta TAMBIÉN la he intentado, a mi no me funcionó.

PRIMAVERITIS dijo...

por cierto...... Tira MORADA!!!!!!!!
¡¡¡ESTOY EN CETOSIS!!! UAAAA UAAAAA UAAAAA!!!!

Pep Manel dijo...

Yo me hice mi propia "versión de la disociación" y funcionó muy bien mientras lo hice... ahora estoy empeñado en no seguir método alguno muy definido y claro la cosa va mucho más lenta pero quizás más segura. Las fiestas han sido un gran retroceso pero eso no es culpa de la dieta sino de la mente.
Gracias por el consejo elíptica. Un abrazo.
Primaveritis si quieres puedo pasarte un plan de una semana o quince días a ver que te parece.

siempreadieta dijo...

Pep, a mí, lo de "no seguir método alguno muy definido" definitivamente no me funciona. Ya sé que no tiene muy buena prensa, pero Atkins tiene algunas ventajas claras: te desaparece la sensación de hambre o de falta de energía, y sobre todo, tienes bien identificado "al enemigo". Lo de la ausencia de ciertos alimentos "sanos" (legumbres, frutas, etc.) es solo temporal. Los alimentos que Atkins prohíbe para siempre son los mismos que en cualquier dieta: azúcar, harinas refinadas, arroz blanco, patatas fritas o asadas... Saludos a tod@s y buen finde!!