El humilde huevo ha sido uno de los alimentos más denostados de nuestra dieta. La acusación más grave que se le hacía es que un consumo "excesivo" de huevos era perjudicial para el colesterol. En realidad, cualquier cosa en exceso (no solo los huevos) es perjudicial, y no solo para el colesterol. El problema es que se llegó a considerar "excesivo" tomar más de dos huevos por semana. La mala prensa del huevo se debe a su alto contenido en colesterol (unos 250 ó 300 mg. por unidad) y a su elevado contenido en ácidos grasos saturados (con solo leer esto, casi dan miedo, ¿no?).
A cambio, las proteínas del huevo son de alto valor biológico, y aparecen además junto a cantidades notables de minerales (potasio, calcio, sodio, hierro, cloro, fósforo...) y de vitaminas (provitamina A, ácido fólico, vitaminas B1, B6 y B12, entre otras). ¿No está mal, no? Por todo ello, y porque su contenido en hidratos de carbono es prácticamente inapreciable, no es de extrañar que los seguidores de Atkins encontremos en el huevo un aliado perfecto. Y lo mismo deben de pensar quienes siguen una alimentación ovo-lácteo-vegetariana o los que se preocupan por su ácido úrico (dado que el huevo es el único alimento animal que no lo contiene en absoluto).
Pero veamos... ¿realmente el consumo de huevos influye en el colesterol tan negativamente como se venía creyendo? Parece ser que no. ¿Y por qué? Veamos qué dice Hablemos de adelgazar*, un libro cuya lectura recomiendo encarecidamente a todos aquellos que se preocupen por su salud (no solo por adelgazar), y del que volveré a hablar en próximas ocasiones.
"La misma membrana de la yema del huevo contiene una sustancia llamada lecitina o fosfatidilcolina que actúa como freno en la absorción intestinal de colesterol, de manera que solo una pequeña parte del procedente del huevo (...) es capaz de alcanzar la sangre".
¿Qué tal se os ha quedado el cuerpo después de leer esto? Pues veamos qué se nos dice sobre la funesta grasa del huevo:
"Su riqueza en ácidos grasos poliinsaturados -que reducen el "colesterol malo"- y en ácido oleico -que reduce el "colesterol malo" e incrementa el "bueno" (...)-, condiciona que en la actualidad se permita tomar un par de huevos, hasta tres veces por semana, incluso en los casos que presentan cifras de colesterol elevado".
A cambio, las proteínas del huevo son de alto valor biológico, y aparecen además junto a cantidades notables de minerales (potasio, calcio, sodio, hierro, cloro, fósforo...) y de vitaminas (provitamina A, ácido fólico, vitaminas B1, B6 y B12, entre otras). ¿No está mal, no? Por todo ello, y porque su contenido en hidratos de carbono es prácticamente inapreciable, no es de extrañar que los seguidores de Atkins encontremos en el huevo un aliado perfecto. Y lo mismo deben de pensar quienes siguen una alimentación ovo-lácteo-vegetariana o los que se preocupan por su ácido úrico (dado que el huevo es el único alimento animal que no lo contiene en absoluto).
Pero veamos... ¿realmente el consumo de huevos influye en el colesterol tan negativamente como se venía creyendo? Parece ser que no. ¿Y por qué? Veamos qué dice Hablemos de adelgazar*, un libro cuya lectura recomiendo encarecidamente a todos aquellos que se preocupen por su salud (no solo por adelgazar), y del que volveré a hablar en próximas ocasiones.
"La misma membrana de la yema del huevo contiene una sustancia llamada lecitina o fosfatidilcolina que actúa como freno en la absorción intestinal de colesterol, de manera que solo una pequeña parte del procedente del huevo (...) es capaz de alcanzar la sangre".
¿Qué tal se os ha quedado el cuerpo después de leer esto? Pues veamos qué se nos dice sobre la funesta grasa del huevo:
"Su riqueza en ácidos grasos poliinsaturados -que reducen el "colesterol malo"- y en ácido oleico -que reduce el "colesterol malo" e incrementa el "bueno" (...)-, condiciona que en la actualidad se permita tomar un par de huevos, hasta tres veces por semana, incluso en los casos que presentan cifras de colesterol elevado".
Nada más que añadir; si acaso, conviene recordar que los excesos siempre son malos y que en el mercado, junto a huevos puestos por gallinas que malviven hacinadas en jaulas (y a las que literalmente se les pudren las patas por falta de movilidad), también podemos encontrar huevos puestos por gallinas que viven en un régimen de libertad o semi-libertad, y que solo son un poco más caros. También hay huevos con omega 3 y huevos ecológicos.
Así que, a falta de dulce, ¡que a nadie le amargue un huevo! Y por cierto, ya estoy en 87.8! :p
*Álvaro LUENGO, Hablemos de adelgazar, Pearson Educación, Madrid, 2007, pág. 41.
Así que, a falta de dulce, ¡que a nadie le amargue un huevo! Y por cierto, ya estoy en 87.8! :p
*Álvaro LUENGO, Hablemos de adelgazar, Pearson Educación, Madrid, 2007, pág. 41.
9 comentarios:
Muy interesante el articulo, gracias por compartir esta info.
Un saludo paisano!
Interesante!la verdad es que las prácticas intensivas son increibles!sigue así, culturizandonos!besos!
increiblemente crueles, digo!no vaya a llevar a error mi comentario!jajaja
Gracias a vosotros, nenes, por leer las chapas q meto y por dejarme comentarios y todo!! buen finde!
Oye, muy interesante tu blog y buena defensa de los huevos. Ya te pongo entre mis recomendados. Un saludo!
Gracias Pep Manel! Yo también he visitado tu blog (y hasta sus versiones anteriores!), y me ha gustado mucho. Nos leemos. Ciao!
Me suena que buscabas semillas de lino..... ¿eras tu? hay en el supermercado de El Corte Ingles y en el de Hipercor
euro y medio y problema de estreñimiento solucionado un par de meses ;)
¡Qué casualidad, Primaveritis! Hoy mismo he comprado una bolsa, en una herboristería. Mañana empezaré a tomarme una cucharadita, aunque llevo unos días que no tengo problema con el estreñimiento. Ya te contaré a ver qué tal.
Menos mal, alguien que demuestra que no es una locura comer dos tortillas a la semana ... gracias por iluminar este mundo blogero, saludos
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