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lunes, 2 de marzo de 2009

El sudor de mi frente.


No sé si sabréis que la palabra trabajo procede del latín TRIPALIUM, término que designaba a un pizpireto instrumento de tortura hecho con tres palos (tri-palium) que tenía la simpática finalidad de servir como soporte para azotar a los esclavos desobedientes. De ahí pasó a designar cualquier actividad que producía sufrimiento, sobre todo físico, y de ahí hasta nuestros días. El caso es que durante esta semana voy a estar bastante absorbido por mi tripalium particular, y ya se sabe la maldición, "ganarás el pan con el sudor de tu frente". En mi caso, el pan no, que es demasiado alto en carbos, pero sí la hipoteca, la letra del coche, gastos corrientes... lo típico.

En otras palabras, que voy a tener el blog algo menos activo, pero no así la dieta, ¿eh? Este finde no me he portado demasiado bien, pero tampoco ha sido desastroso. Sigo ahí entre los 86 y los 87, según el día... Bueno, a cuidarse y a quererse mucho.

4 comentarios:

Astarté dijo...

Tripalium... ummm...Últimamente todo me suena a dieta... Siempre pensé que tripalium era el trabajo de mi jefe, un señor que básicamente se rasca el tripalium durante unas 5 horas diarias. Te damos permiso para que atiendas tus cosillas pero cuídate la tripalia, que no me entere yo, ¡eeehh..? XD

siempreadieta dijo...

jejeje, no había caído en la acepción dietística de tripalium... ¿o acaso habríamos de llamarlo triponcium? Bss.

Melora dijo...

Pues ala a tope con el trabajo y más aún con la dieta.
Melbesos

Maran dijo...

Jo era cierto lo de estar más ocupado, pero no nos abandonesssssssss, no podemos dejar que el tripalium ocupe nuestra vida, hay otras cosas! ;-) besicos